El presidente Tsai Ing-wen fue objeto de una polémica cuando se reveló que posiblemente otorgaría un indulto al ex presidente Chen Shui-bian al final de su mandato. Sin embargo, debido a la renuncia de su gabinete, no pudo cumplir su promesa. Aunque no se pudo conceder el indulto, el caso de Chen Shui-bian volvió a ser tema de discusión y su familia también atrajo la atención del público. Ahora que han pasado 16 años desde que Chen Shui-bian, el segundo presidente de Taiwán, se vio envuelto en una serie de escándalos de corrupción al final de su mandato, su familia ha experimentado diferentes situaciones y trayectorias.
Recordemos que Chen Shui-bian fue condenado a prisión por su implicación en varios casos de corrupción. Su familia también se vio afectada por sus acciones y la “primera familia” de Taiwan se convirtió en la “primera familia corrupta”. Después de pasar 16 años en prisión, Chen Shui-bian fue liberado en 2015 por motivos de salud, aunque seguía bajo investigación por otros posibles cargos de corrupción.
Su esposa, Wu Shu-jen, también fue condenada a prisión por su complicidad en los casos de corrupción de su esposo. Sin embargo, debido a su mala salud, fue puesta en libertad condicional en 2018 y se ha mantenido en un perfil bajo desde entonces.
El hijo menor de Chen Shui-bian, Chen Chih-chung, quien también estuvo involucrado en los casos de corrupción de su padre, fue absuelto de sus cargos en 2013. Desde entonces, ha estado involucrado en política y fue elegido como legislador en 2016 y 2020.
Por otro lado, su hija, Chen Hsing-yu, quien estuvo envuelta en un escándalo en el pasado por sus estudios en Estados Unidos, ha mantenido un perfil bajo y se ha centrado en su carrera como médico. Aunque hubo rumores de que podría volver a Taiwán para apoyar a su padre, ella ha permanecido en Estados Unidos.
El caso de Chen Shui-bian y su familia ha sido una fuente constante de controversia y discusión en Taiwán durante estos 16 años. Algunos lo ven como un ejemplo de la corrupción y la impunidad en la política, mientras que otros lo ven como una víctima de persecución política.
Sin embargo, independientemente de las opiniones sobre su caso, es innegable que la familia Chen ha pasado por momentos difíciles y han tenido que enfrentar las consecuencias de sus acciones. Aunque no todos han sido condenados a prisión, el estigma de ser parte de la “primera familia corrupta” ha afectado a todos los miembros de la familia.
Ahora, cuando el final de la condena de Chen Shui-bian se acerca, muchos se preguntan qué será de él y su familia. A pesar de los obstáculos y la atención constante de los medios, su familia ha demostrado ser bastante resiliente y ha seguido adelante con sus vidas de la mejor manera posible.
En conclusión, el caso de Chen Shui-bian y su familia ha sido una lección sobre los peligros de la corrupción en la política y sus consecuencias. Pero también nos recuerda la importancia de la resiliencia y la perseverancia en momentos difíciles. Con su liberación a la vuelta de la esquina, esperamos que Chen Shui-bian y su familia encuentren paz y puedan dejar atrás este capítulo oscuro en sus vidas.