星期一, 27 1 月, 2025

分析/特赦陳水扁只會給賴清德更多困擾 社會更撕裂、更不和諧

El presidente saliente de Taiwán, Tsai Ing-wen, ha anunciado que concederá un perdón especial al ex presidente Chen Shui-bian antes de dejar el cargo el 20 de mayo. Sin embargo, después de la renuncia del gabinete el 16 de mayo, el país entrará en una fase de gobierno interino, lo que significa que incluso si se emite la orden de perdón, el Ejecutivo y el Ministerio de Justicia no podrán llevar a cabo la firma y los procedimientos posteriores. En realidad, en este momento, con el Congreso dividido y la sociedad polarizada tras las elecciones, un perdón a Chen no logrará el efecto de reconciliación social. Además, las encuestas televisivas recientes muestran que casi la mitad de la población “no apoya” el perdón, lo que solo traerá más problemas al presidente electo, Lai Ching-te.

El anuncio del perdón a Chen Shui-bian ha generado una gran controversia en Taiwán. Por un lado, están aquellos que creen que el ex presidente merece el perdón debido a su delicada salud y su contribución a la democracia de Taiwán. Por otro lado, están aquellos que se oponen firmemente al perdón, argumentando que Chen fue condenado por corrupción y que el perdón solo serviría para socavar la justicia y el estado de derecho.

Sin embargo, independientemente de la opinión que se tenga sobre el perdón a Chen, es importante tener en cuenta que en este momento el país se encuentra en una situación política delicada. Con la renuncia del gabinete y la incertidumbre sobre la transición de poder, el perdón a Chen solo serviría para aumentar la polarización y la inestabilidad en la sociedad. Además, el perdón podría ser visto como un intento de interferir en el proceso judicial y podría socavar la confianza en el sistema judicial.

Además, el perdón a Chen no lograría su supuesto objetivo de promover la reconciliación social. En cambio, solo profundizaría las divisiones existentes y podría llevar a una mayor desconfianza en el gobierno y en la política en general.

Por otro lado, el perdón a Chen también podría generar problemas para el presidente electo, Lai Ching-te. Como el país se encuentra en una fase de gobierno interino, Lai aún no ha asumido el cargo y no tiene la autoridad para tomar decisiones importantes como el perdón presidencial. Además, el perdón a Chen podría ser utilizado por sus oponentes políticos para atacarlo y cuestionar su capacidad de liderazgo.

En resumen, el perdón a Chen Shui-bian en este momento no solo sería inapropiado, sino que también podría tener graves consecuencias para la estabilidad política y social de Taiwán. En lugar de buscar un perdón que solo serviría para aumentar la división y la incertidumbre, es importante que todos los actores políticos trabajen juntos para garantizar una transición de poder pacífica y estable. Solo así podremos avanzar como una sociedad unida y fortalecer nuestra democracia.

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